- Que te pasa ahora? – Le dijo el, cuando ella abrió la puerta con cara de pocos amigos.
- Tengo mal despertar deberías saberlo.
- Cierto eres otra mujer por las mañanas! – Dijo en tono burlón.
- Ahá, que interesante.
- ¿Por qué siempre estas tan borde?
- Porque me importas.
- ¿Eres borde con la gente que te importa?
- Con la que quiero y con la que importa si! y más cuando esa persona eres tú.
- ¿Qué pasa conmigo?
- Que te quiero, no busco, ni quiero para nada enamorarme de ti, pero se que me será imposible por eso mis contestaciones no suelen pasar del si o del no, porque se que si te sigo el rollo me iría de la lengua y te diría todo lo que siento por ti.
- ¿Y por que no me lo dices sin más?
- Porque tengo miedo.
- ¿Miedo? , ¿miedo a que?
- Ni te imaginas la de veces que me han roto el corazón, o la de veces que he sentido algo por alguien, y esa persona me ha fallado, no quiero volver a pasar por eso, no quiero ponerme en guerra contigo, contigo no.
- ¿Confías en mi?
- Sobre todas las cosas.
- A mi tú me importas.
- No me quieres, no sientes nada por mi, solo te importo.
- Me importas.
- No quiero seguir hablando de esto, ¿me das un beso?
- Los que quieras.
No le gustaba hablar de cariño, no quería decirle lo que sentía, en el fondo podría apostarte todo lo que quieras a que con solo una sonrisa suya el sabía lo que sentía.
Para el, era como un libro abierto, una mezcla de apatía y de sentimientos, una niña que no quería demostrarle lo que sentía, pero que lo hacía sin darse cuenta.
En el fondo eso era lo que ella quería.
Precioso como siempre, mee encanta como scribes!
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