Buenas noches, mucho gusto, eras solo un chico más, despues de 5 minutos ya eras alguien especial, sin hablarme sin tocarme algo dentro se encendío en tus ojos yo miraba y se hacía tarde del reloj.
Sin Bandera. Entra en mi vida.
Estaba lloviendo y comenzó a caminar del instituto para casa, estaba nerviosa le iba a ver, lo estuvo esperando tanto tiempo, no podía ni imaginarse como sería ese momento, llego a casa y entro en su habitación, se quedo plantada enfrente de su espejo y comenzó a vaciar su armario nada le parecía apropiado y todo le parecía demasiado para la situación.
Pensaba en él, en como seria ese primer encuentro y en todo lo que tenía por decirle.
Llegó el momento “pi pi pi” su móvil sonó era él :
- Hola, dónde estas? Dijo ella.
- Pues en la puerta.
- Vale ya voy para allí.
Mientras caminaba pensaba que hace dos años no se hubiera podido ni imaginar las sensaciones que le causaría estar a tan solo 1 minuto de el chico por el que había estado enamorada, le esperaba tan especial, tan único, tan diferente. No se equivocaba así era él ya le había visto, estaba de espaldas hacia la columna y esperándola con la sudadera colgando de su brazo derecho, se acercó y le sonrío, un abrazo le hizo sentir todo lo que había deseado para ese momento.
Le miraba y no podía creérselo, era tan extraño que después de dos años aún sintiera algo por el, era como si se conocieran de toda la vida, confianza no faltaba por su parte no paraba de mirarle y sonreír, él era la razón de esa sonrisa.
Es inexplicable poder explicar el latido de su corazón, la avalancha de sentimientos, las mariposas que no paraban de revolotear y sus ojos brillaban cuando chocaban con los de él, una sonrisa tonta se le encendía cada milésima de minuto y sentía ganas de poder tenerlo cerca siempre.
Cuando le miraba sentía que era él, que había estado esperando toda su vida a una persona que le mirara de esa forma y ahora que por fin le había encontrado no estaba dispuesta ni a darse por vencida ni a dejar que se fuera, no quería hacerse daño, no quería enamorarse para desenamorarse luego.
Pero sentía algo y no podía evitarlo.
Llevaba dos años esperando ese momento mágico, cuando llegó estuvo por encima de todo aquello que había imaginado nunca.
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