El puente que une tu TIERRA y mi CIELO.
Yo creo en MILAGROS y creo en LA VIDA.


sábado, 4 de diciembre de 2010



¿Alguna vez has experimentado esa sensación de confusión? Eso de que todo te da igual, porque tú estas tan metida en tus propios problemas que no puedes centrarte en otra cosa. Ves que la gente te mira y te da igual, es como si te sintieras sola cuando estas rodeada de un montón de gente. Confundida, perdida, así era como ella estaba ese sábado. La noche había empezado bien y había acabado de la peor manera de la que se podría imaginar. Sus llamadas, esas llamadas que tanto la sacaban de quicio, su voz, o cualquiera que susurraba al otro lado del teléfono. No quería saber nada, no quería que nadie la necesitara, quería que alguien le demostrara que le importaba, que alguien apareciera cada vez que se le viniera el mundo encima, que alguien pudiera enamorarse de ella. Sabia que no a toda la gente le gustaba lo raro, lo diferente, todos preferían las copias, lo que ya conocían. Tenia miedo y se sentía mas desprotegida que nunca, hacia frio y llovía. Quería que todo el mundo se absorbiera y que solo quedara ella. Quería estar sola, quería que nadie le hiciera preguntas, más que nada porque no sabría contestarlas.
Nunca ha sido partidaria de las mentiras, de la falsedad y mucho menos de las posturas.Y allí se quedo caminando hacia su casa, sola, mientras se empapaba de la incesante lluvia que caía. 

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