El puente que une tu TIERRA y mi CIELO.
Yo creo en MILAGROS y creo en LA VIDA.


jueves, 11 de noviembre de 2010

Que no todo es teatro.


Estaba tumbada en la cama de su habitación, sin ganas de hacer nada, escuchaba la misma canción una y otra vez, miraba las fotos de las paredes, le traían tantísimos recuerdos, observaba con detenimiento una tras otra, llevaban allí pegadas como 5 años, pero nunca se había fijado tan detenidamente. Se levanto y se miró al espejo, y comenzó a llorar… Así sin razón alguna, no estaba triste y mucho menos enfadada, muchas veces lloraba por impotencia a no poder hacer algo, pero este no era el caso. Estaba hecha un mar de lágrimas ni ella lo comprendía, quería que su arrebato acabara ya, pero cuando mas observaba las fotos, a ella, mas eran las ganas que tenia de seguir con el teatro que estaba montando. Teatro, esa palabra la saco de quicio, toda su vida formaba parte de un teatro, ella era pura apariencia delante de los demás, quizás por eso era lo único que se le daba bien, interpretar, meterse en la piel de otra persona, era la reina del drama, parece que a veces hasta le gustaba vivir preocupada. No quería vivir pegada a una pose, hace tiempo que su época de niña pija, en la que miraba por encima del hombro, a la que solo le preocupaba ella misma, la que miraba raro a las personas que no eran como ella, se había esfumado. Había dejado todo esto atrás para empezar desde cero pudiendo ser ella misma, se había dado digamos que una segunda oportunidad. Aún a veces puedes verla como una niña superficial, infantil… créeme esto no depende de ella, a veces se da un respiro, a veces quiere volver a ser una niña, a veces su mismo yo se encuentra con lo que antes era, ella no puede evitarlo, todo se ha vuelto al revés, ahora es a ella a la que la miran raro por la calle, es a ella a la que algúnas personas miran por encima del hombro, ahora ella ya no forma parte de ese grupo de niñas pijas que debido a que no vas vestida igual que ellas sueltan un – Que fuerte esa! Después de que pasas por su lado. Te contaré que todo esto le da igual, sabe como acaba esa gente, se enredan en una sarta de mentiras, de poses y de falsas amistades y esta segura de que ella no quiere formar parte de ninguno de esos mundos. Ha tirado su colección de mentiras a la basura y ha probado en mostrarse tal y como es, le ha funcionado aunque no acaba de estar contenta consigo misma.
¿El por qué? Porqué aunque tenga 18 años, muchas veces se siente como una niña de 10, no le gusta que le digan lo que tiene que hacer, mucho menos que le echen a la cara que es una irresponsable por no pensar en su futuro, en el fondo ella misma lo sabe, se culpa todos los días por no haber cumplido con todo lo que quería, por haber dejado todos su sueños y todas sus metas por el camino, por no ser lo suficientemente fuerte para decir, “yo puedo”. Porque aunque tu la veas caminar con esos aires de superioridad, ni te imaginas la de veces que se siente inferior y pequeñita. Solo quiere vivir de una cosa y se esta dando por vencida en esto también.

-          ¿Porque me estas contando esta historia? Ni siquiera conozco a esa chica.
-          Lo sé pero tienes a una como ella, compartes tus días con ella y creo que aún no la has llegado a conocer de verdad.
-          ¿Pero que dices? Claro que la conozco sino, no estaría con ella.
-          No, estas tan equivocado, crees que la conoces, bueno claro que la conoces pero nunca te has parado a preguntarle lo que siente, lo que quiere, que quiere conseguir y a veces puede que con los comentarios mas tontos llegues a hacerle un daño muy grande.
-          Espera me estoy perdiendo, yo la quiero, a mi me importa nunca intentaría hacerle daño.
-          Lo sé, pero lo que tu consideras una simple broma ella se lo guarda, no dice nada pero si los días siguientes la ves triste, pregúntale por que está así.
-          Pero cuando esta conmigo, nunca la he visto triste ni de mal humor.
-          Es tan buena, te quiere tanto que no puede disimular todo lo que siente cuando esta contigo, por eso mismo su tristeza se esfuma y su mal humor desaparece.
-          Si comprendo pero ¿y toda esa historia?
-          Esa chica es ella.
-          ¿Que triste no?
-          Si te sirve de algo puedo decirte que contigo es ella misma.
-          Tampoco lo dudaba ella nunca me mentiría, nunca se haría pasar por lo que no es para estar conmigo y a mi me gusta que sea ella misma.
-          Creo que al fin y al cabo si que la conoces, pero guarda esta historia, es la de ella y quiero que la tengas.
-          Es su historia.
-          No, ahora es vuestra historia.

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