El puente que une tu TIERRA y mi CIELO.
Yo creo en MILAGROS y creo en LA VIDA.


miércoles, 17 de noviembre de 2010

Por los suelos.

Cuando te sientes solo, sin nadie, ¿que haces cuando tienes cada vena y arteria apunto de estallar de dolor?.
Estaba caminando a eso de las 17:15, bajando la cuesta que había de su casa al centro, el viento golpeaba con fuerza, tenía la nariz roja, y las manos congeladas como siempre. No iba escuchando música cosa que era extraño en ella… Tampoco iba pensando nada en especial, hace días que se había estado buscando a ella misma, que veía todo de un gris difuminado, feo, oscuro, casi negro. Cuando una mano la sujeto del brazo por detrás.
-          ¿Y tú que estas haciendo aquí?
-          Me han contado que hace días que tienes la autoestima por los suelos, que ves todo de forma negativa, que te dejas llevar por los comentarios de la gente.
-          ¿Acaso te he pedido un resumen de cómo estoy?
-          No pero tal y como tu has estado por mi cuando lo he necesitado, aquí estoy yo ahora.
-          Deberías de irte, este no es tu lugar. –Y siguió andando.
-          ¿Porque no me escuchas?, ¿porque te empeñas en que tienes una vida de color de rosa? y ¿porque te crees tus propias mentiras?
-          Ya no puedo más con todo esto, todo es tan asquerosamente bonito y a la vez creo que yo nunca podré llegar a ser lo que el quiere, por eso me resigno a verlo todo mal porque así es como estoy, como me siento, y como todo me sale MAL.
-          Eres tú la que no se deja que la acepten tal y como es, ¿acaso crees que a los demás no les gusta lo natural? O crees que inventándote tu mundo de naturaleza artificial todo saldrá bien. Si no te dejas querer, mejor dicho si no te quieres a ti misma nadie lo hará por ti.
-          Pero no quiero quererme, he dejado tantas cosas atrás, tantas oportunidades, me he portado como un niña en varias ocasiones, quiero solucionarlo es la única forma en la que puedo seguir adelante y lo peor es que es imposible porque ya ha pasado.
-          Exacto. Pasar pagina, borrón y cuenta nueva. Deja de vivir pendiente de todo el mundo, QUIERERTE TÚ, los demás no importan tanto. De una forma u otra la gente hablara, le encanta hablar… Pero como que si mientras ellos hablan tú eres feliz ¿qué mas dará lo que tengan que decir?
-          Quiero ser feliz, quiero poder encontrarme a mi misma, quiero enamorarme de el, demostrarle a todo el mundo que puedo, que soy yo misma y que mi virtud es tener mil defectos. Nunca me ha gustado tirar la toalla.
-          Estuviste a un milímetro de dejarla caer.
-          No lo haré, nunca más, lo prometo.
-          A mi no tienes porque prometerme nada, prométetelo a ti misma, jura que no dudaras de ti misma ni por una milésima de segundo nunca más. Todo lo que has dejado escapar… me hace gracia hablas como si tuvieras 40 años, dos hijos un ex marido y algo peor, una hipoteca.
Ella sonrío.
        Así me gusta que sonrías, ¿quieres que vuelva?
        No.
        Pues apréciate, quiérete, saca lo mejor de ti, camina siempre con esa sonrisa en la cara y así nunca más volverás a verme. Hasta que me necesites o adiós, ¿Cuál eliges? ;)
        Adiós.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Que no todo es teatro.


Estaba tumbada en la cama de su habitación, sin ganas de hacer nada, escuchaba la misma canción una y otra vez, miraba las fotos de las paredes, le traían tantísimos recuerdos, observaba con detenimiento una tras otra, llevaban allí pegadas como 5 años, pero nunca se había fijado tan detenidamente. Se levanto y se miró al espejo, y comenzó a llorar… Así sin razón alguna, no estaba triste y mucho menos enfadada, muchas veces lloraba por impotencia a no poder hacer algo, pero este no era el caso. Estaba hecha un mar de lágrimas ni ella lo comprendía, quería que su arrebato acabara ya, pero cuando mas observaba las fotos, a ella, mas eran las ganas que tenia de seguir con el teatro que estaba montando. Teatro, esa palabra la saco de quicio, toda su vida formaba parte de un teatro, ella era pura apariencia delante de los demás, quizás por eso era lo único que se le daba bien, interpretar, meterse en la piel de otra persona, era la reina del drama, parece que a veces hasta le gustaba vivir preocupada. No quería vivir pegada a una pose, hace tiempo que su época de niña pija, en la que miraba por encima del hombro, a la que solo le preocupaba ella misma, la que miraba raro a las personas que no eran como ella, se había esfumado. Había dejado todo esto atrás para empezar desde cero pudiendo ser ella misma, se había dado digamos que una segunda oportunidad. Aún a veces puedes verla como una niña superficial, infantil… créeme esto no depende de ella, a veces se da un respiro, a veces quiere volver a ser una niña, a veces su mismo yo se encuentra con lo que antes era, ella no puede evitarlo, todo se ha vuelto al revés, ahora es a ella a la que la miran raro por la calle, es a ella a la que algúnas personas miran por encima del hombro, ahora ella ya no forma parte de ese grupo de niñas pijas que debido a que no vas vestida igual que ellas sueltan un – Que fuerte esa! Después de que pasas por su lado. Te contaré que todo esto le da igual, sabe como acaba esa gente, se enredan en una sarta de mentiras, de poses y de falsas amistades y esta segura de que ella no quiere formar parte de ninguno de esos mundos. Ha tirado su colección de mentiras a la basura y ha probado en mostrarse tal y como es, le ha funcionado aunque no acaba de estar contenta consigo misma.
¿El por qué? Porqué aunque tenga 18 años, muchas veces se siente como una niña de 10, no le gusta que le digan lo que tiene que hacer, mucho menos que le echen a la cara que es una irresponsable por no pensar en su futuro, en el fondo ella misma lo sabe, se culpa todos los días por no haber cumplido con todo lo que quería, por haber dejado todos su sueños y todas sus metas por el camino, por no ser lo suficientemente fuerte para decir, “yo puedo”. Porque aunque tu la veas caminar con esos aires de superioridad, ni te imaginas la de veces que se siente inferior y pequeñita. Solo quiere vivir de una cosa y se esta dando por vencida en esto también.

-          ¿Porque me estas contando esta historia? Ni siquiera conozco a esa chica.
-          Lo sé pero tienes a una como ella, compartes tus días con ella y creo que aún no la has llegado a conocer de verdad.
-          ¿Pero que dices? Claro que la conozco sino, no estaría con ella.
-          No, estas tan equivocado, crees que la conoces, bueno claro que la conoces pero nunca te has parado a preguntarle lo que siente, lo que quiere, que quiere conseguir y a veces puede que con los comentarios mas tontos llegues a hacerle un daño muy grande.
-          Espera me estoy perdiendo, yo la quiero, a mi me importa nunca intentaría hacerle daño.
-          Lo sé, pero lo que tu consideras una simple broma ella se lo guarda, no dice nada pero si los días siguientes la ves triste, pregúntale por que está así.
-          Pero cuando esta conmigo, nunca la he visto triste ni de mal humor.
-          Es tan buena, te quiere tanto que no puede disimular todo lo que siente cuando esta contigo, por eso mismo su tristeza se esfuma y su mal humor desaparece.
-          Si comprendo pero ¿y toda esa historia?
-          Esa chica es ella.
-          ¿Que triste no?
-          Si te sirve de algo puedo decirte que contigo es ella misma.
-          Tampoco lo dudaba ella nunca me mentiría, nunca se haría pasar por lo que no es para estar conmigo y a mi me gusta que sea ella misma.
-          Creo que al fin y al cabo si que la conoces, pero guarda esta historia, es la de ella y quiero que la tengas.
-          Es su historia.
-          No, ahora es vuestra historia.

martes, 9 de noviembre de 2010

Mucha suerte.


Una llamada perdida, un vuelvo enseguida, no tengo ganas de hablar.
Lo que hemos vivido. Despistados.

-Ojala algún día alguien le meta una paliza de muerte para que se de cuenta de que no es más que un cabrón, hijo de puta que va por ahí creyendo que todo lo que hace nunca tendrá una repercusión.
-Te juro que ese día, sera el más feliz de mi vida, hasta yo misma lo haría.
-Le guardo tanto rencor que por joderlo sería capaz de cualquier cosa.
-Todo cae por su propio peso, tú caerás tarde o temprano.
No puedo creer como fui capaz de decir todo esto, son mis propias palabras, le guardaba tanto odio, tanto rencor, tenia ganas de destrozarle la vida como el me había destrozado la mía. Tenia ganas de quitarle todas sus ilusiones, todos sus sueños, porque con el se había llevado los que yo tenía. Ahora mismo no me siento orgullosa de eso, ahora mismo se que le he ganado y no estoy aquí celebrando ninguna fiesta. El tiempo me ha dado la razón, el ha caído por su propio peso, y puede que en este instante se este acordando de todo lo que le decía. Cuando lo decía nunca creía que podría llegar a pasar, es más si supiera que algún día llegaría a pasar nunca lo diría.
Se que puede que nunca leas esto, y si lo lees tampoco te interesara. Se que no puedes verme delante, que solo pensar en escucharme durante un momento te produce una sensación de asco indescriptible, se que te he insultado incontables veces…
Pero ahora no estoy contenta con lo que he conseguido, quería ganarte si, pero no de esta forma, no quería que ninguno de los dos saliera jodido, y mucho menos físicamente. Por una parte veo que es cierto que todo cae por su propio peso y dentro de lo que cabe era algo que estabas pidiendo a gritos, te han echado encima un traje hecho a tu medida y es un hecho que esto te abrirá más los ojos. Pero por otra no quiero saber de nadie que te haga daño, no te mereces mas daño del que ya te haces diariamente a ti mismo.
Siento lo que te ha pasado, no sabes cuanto lo siento. Vivir en guerra me hace mal y mas si es contigo, no quiero ir a la guerra, no contigo. Tampoco haría falta hemos tenido nuestra propia guerra, en una me has ganado en la otra me has dado la razón.
Un placer coincidir en esta vida, yo he podido seguir adelante con la mia, he encontrado a alguien a quien quiero y con quien quiero estar, deberías hacerlo tu también. Espero que todo esto te haya servido para abrir los ojos y dejar de ir cegado y con esa fachada de pasota por la vida.
En el camino nos encontraremos. No es un adiós, solo un hasta luego. Y mucha, pero que mucha suerte.